Sabrina Carpenter: el largo camino al éxito

Sabrina Carpenter es, sin lugar a dudas, una de las popstars más destacadas e influyentes del panorama musical actual. Sin embargo, llegar a este punto ha sido el resultado de más de una década de trabajo y perseverancia. A lo largo de más de diez años en la industria, Sabrina ha demostrado que la combinación de talento, dedicación y ambición puede convertir los sueños en realidad.

Hoy, es la decimosegunda artista más escuchada en Spotify, con casi 76 millones de oyentes mensuales, lo que garantiza su impacto y popularidad global. A pesar de los logros, su ascenso no ha sido sencillo. Desde sus humildes comienzos hasta su consolidación como una estrella internacional, se ha enfrentado a innumerables desafíos y obstáculos. Pero, su tenacidad, paciencia y esfuerzo continuo le han permitido superar estas dificultades hasta alcanzar una posición de prestigio en la música pop contemporánea.

Sabrina Annlynn Carpenter nació el 11 de mayo de 1999 en Pensilvania, en una familia de clase media apasionada por el arte y la música. Es la menor de cuatro hermanas. Sus padres, Elizabeth y David Carpenter, le inculcaron desde pequeña su amor por estas disciplinas. Elizabeth fue bailarina en su juventud y David tuvo una banda de garaje. Aunque ninguno de los dos se han dedicado de manera profesional al mundo del entretenimiento, siempre han apoyado a Sabrina persiguiera su sueño.

De pequeña, Sabrina cantaba en casa para su familia. Cuando era preadolescente, se mudaron a California. Sus hermanas mayores, Shannon y Sarah, asistieron a escuelas de artes escénicas y esto influyó en su pasión por la industria del entretenimiento. En 2009 empezó a subir covers a YouTube y participó en The Next Miley Cyrus Project, un concurso para buscar a la próxima superestrella. Compitió contra más de 50.000 personas inscritas, quedando en tercer puesto. Al demostrar un gran talento, su familia comenzó a llevarla a audiciones, y pronto estaría haciendo sus primeros pinitos en el mundo del espectáculo.

A los 12 años, Sabrina se adentró en el mundo de la actuación con un pequeño papel en la serie Law & Order: Special Victims Unit. Tras interpretar varios personajes con breves apariciones en otras series y películas, probó suerte en Disney. Su trayectoria en la compañía comenzó con la película Gulliver Quinn y la oportunidad de interpretar una canción para una película de Campanilla. En 2013, apareció en un episodio de Austin & Ally y, en 2014, consiguió su primer papel protagónico en la serie Girl Meets World de Disney Channel.

Como era habitual para toda chica Disney, Sabrina firmó su primer contrato discográfico con Hollywood Records. A pesar de ser un nombre desconocido en ese momento, se comprometió a lanzar cinco álbumes con la disquera. Finalmente, Sabrina lanzó un EP y cuatro discos: Eyes Wide Open (2015), EVOLution (2016), Singular Act I (2018) y Singular Act II (2019).

Sabrina disfrutaba de cierta libertad creativa con su música —aunque no tanta como le hubiera gustado— y participó en la composición de gran parte de sus canciones. Sin embargo, su sonido se mantuvo en el género teen pop, algo predecible al formar parte de Disney. La compañía intentó replicar con Sabrina la misma fórmula que había funcionado con otras estrellas como Selena Gomez, Miley Cyrus y Demi Lovato, pero los resultados no fueron los esperados. Mientras que las ex-chicas Disney lograron una fama inmediata como cantantes, para Sabrina, la música quedó en un segundo plano, ya que su reconocimiento principal derivaba de sus papeles como actriz en la cadena.

Con EVOLution, Sabrina se embarcó en su primera gira. También fue telonera en el Dangerous Woman Tour de Ariana Grande en São Paulo. Algunas de sus canciones de sus primeros álbumes consiguieron certificados y discos de oro. Sin embargo, a pesar de estos logros y su constante esfuerzo, no consiguió consolidarse como una popstar.

Desilusionada por la pésima gestión de su carrera musical, Sabrina debía terminar su contrato con Hollywood Records lo antes posible. Para cumplir con sus obligaciones contractuales, lanzó Singular dividido en dos actos, asegurándose de que cada uno contara como álbumes diferentes. Aunque sus números de ventas y su base de fans iban en aumento, Hollywood Records seguía sin hacer esfuerzos significativos para promocionar su música. Esta falta de apoyo llevó a Carpenter a negociar el fin anticipado de su contrato.

Incluso se vio envuelta en batallas legales con quienes fueron sus representantes al comienzo de su carrera. En 2017, los ex mánagers musicales de Sabrina Carpenter, Stan Rogow y Elliot Lurie, demandaron a la cantante, su representante y sus padres por, presuntamente, no pagarles las comisiones correspondientes tras ser despedidos.

El dúo fue contratado en 2011 después de que Carpenter firmara con Bill Perlman, para aumentar su representación en la industria musical. El acuerdo estipulaba que recibirían la mitad de las comisiones de Perlman. Durante su gestión, Sabrina firmó el contrato con Hollywood Records y consiguió el papel de Maya en Girl Meets World. El abogado de los demandantes afirmó que trabajaron “incansablemente” para promover a Sabrina y su música hasta que fueron despedidos sin motivo en agosto de 2014, y sostuvo que se les debían comisiones.

Rogow y Lurie reclamaron una parte de las ganancias brutas de Carpenter y de los anticipos de sus álbumes Eyes Wide Open y EVOLution. Finalmente, la Corte falló a favor de Sabrina.

En 2018, la cantante lanzó Sue Me (Demándame) como parte de su tercer álbum, Singular Act I. “Es una canción de empoderamiento que surge en un momento en el que te sientes bien y te encuentras con personas que tienen la opción de estar a tu lado en tus peores y mejores momentos. Algunas personas solo te quieren en tus buenos momentos. Es precisamente cuando estás en tu mejor versión que aquellos que no te apoyaron en tus peores momentos reaparecen. Entonces, les dices: «No, estoy bien por mi cuenta, te guste o no»”, explicó Sabrina a Universal Music México sobre el sencillo. También la describió como un himno para cualquiera que esté dejando una relación tóxica, ya sea romántica, amistosa o de cualquier tipo.

En 2022, Sabrina Carpenter lanzó su quinto álbum de estudio, emails i can’t send. Este disco marcó un giro radical en su carrera, rompiendo con la imagen y el sonido que había cultivado hasta entonces. El título del álbum hace referencia a una práctica terapéutica que Sabrina utilizaba para desahogarse: escribir correos electrónicos a personas que la habían decepcionado, en los que se abría emocionalmente, pero que nunca enviaba.

La pandemia marcó un punto de inflexión en el ámbito personal y artístico de Carpenter. En una reciente entrevista para Variety, expresó su gratitud hacia quienes aún escuchan sus primeros discos. Sin embargo, dice que ya no se siente representada por su música anterior: «Siento una sensación de separación de ellos, en gran medida debido al cambio en quién soy como persona y como artista, antes y después de la pandemia». Carpenter destacó que, a veces, se siente como una artista nueva. Fue con emails i can’t send cuando comenzó a tener un control creativo total sobre su música, por lo que considera ese álbum y Short n’ Sweet —álbum sucesor— como sus primeros dos proyectos discográficos auténticos.

La madurez que Sabrina mostró en este álbum hizo que poco a poco fuera aumentando su popularidad. También le ayudó TikTok, donde algunas de sus nuevas canciones se hicieron virales en speed up.

Con emails i can’t send, Sabrina Carpenter recorrió América del Norte y parte de Europa. La cantante agotó las entradas para toda la gira en América en solo 24 horas. Una característica destacada y que se hizo muy popular en las redes sociales sobre el tour fue su canción nonsense. Carpenter cambiaba el último verso en cada concierto, añadiendo una rima con el nombre de la ciudad en la que se encontraba, de manera ingeniosa, carismática e irónica.

Dado el buen recibimiento del álbum y de la gira, unos meses después Sabrina Carpenter estrenó emails i can’t send fwd:, una versión deluxe que incluía cuatro canciones más. Entre ellas destaca Feather, que recibió un notable éxito en plataformas de streaming, acumulando millones de reproducciones en Spotify y Apple Music. Además, el tema se volvió viral en redes sociales, especialmente en TikTok, aumentando su visibilidad. Feather también apareció en varias listas de reproducción destacadas y consiguió buenos puestos en las listas de éxitos musicales. En Estados Unidos alcanzó el puesto número 21 en el Billboard Hot 100, convirtiéndose en su primera canción en superar el top 40.

El videoclip de Feather de Sabrina Carpenter causó controversia. Fue grabado en una iglesia católica. El sacerdote que autorizó la grabación fue destituido por no seguir los protocolos adecuados. El video muestra a Carpenter bailando en el altar y narrando una historia en la que es testigo de la muerte de hombres que la han tratado mal, lo que molestó a la Diócesis de Brooklyn. Sabrina respondió en Variety a la polémica afirmando que había obtenido la aprobación previa y añadió de forma irónica: “Y Jesús era carpintero”. Volvió a repetir este gesto en su actuación de Coachella más reciente, en la que lució una camiseta con dicha frase.

Una gran contribución al ascenso de Sabrina Carpenter fue su papel como telonera del The Eras Tour de Taylor Swift en Latinoamérica, Asia y Oceanía. Esta oportunidad no solo prolongó la exitosa era de emails i can’t send, sino que también le permitió ampliar su reconocimiento global.

El 11 de abril Sabrina lanzó Espresso, un hit inminente. Para apoyar el lanzamiento, interpretó la canción en el Festival de Coachella 2024. A pesar de que el equipo de la artista no creía en su potencial, el tema alcanzó la tercera posición en el Billboard Hot 100, siendo su primer sencillo en entrar al top 10. También logró el primer puesto en la lista Global Excl. US y encabezó las listas en Australia, Irlanda, Singapur, Emiratos Árabes Unidos y Reino Unido. Además, se ubicó entre los 10 primeros en Canadá, Dinamarca, Nueva Zelanda, Noruega, Suecia y Suiza, entre otros países.

Please, Please, Please es el segundo sencillo de su más reciente álbum, Short n’ Sweet. La canción se convirtió en su quinta entrada en la lista Billboard Hot 100, debutando en el segundo lugar y alcanzando posteriormente el puesto número uno, su mejor posición en la lista y su primer número uno hasta la fecha.

Con el lanzamiento de su sexto álbum de estudio, Sabrina Carpenter demuestra que se ha consolidado como una artista con una esencia propia y distintiva, reafirmando su lugar en la industria musical y mostrando que tiene mucho que aportar. A lo largo de la última década, Sabrina ha superado diversos desafíos y ha evolucionado constantemente, permitiéndole ofrecer una perspectiva fresca y auténtica en su música. Su capacidad para conectar con las nuevas generaciones y su talento innato garantizan que seguirá influyendo y contribuyendo significativamente al panorama musical contemporáneo.